sábado, abril 17, 2010

Una historia de amor

Él almorzaba con el teléfono… como siempre, algo sano… y de postre, alguna historia que de repetidas nunca sobran.
(y esa vez la elección no fue casual)


Ella anoche salió con sus amigas… ¿Qué seria de Joaquín?... a propósito hablaban de él…
(¿Casualidad o causalidad?)


Él pensaba en el balcón, fumaba un puro… tomaba sol… el teléfono simplemente lo miró, él tomó coraje y la llamó…
(“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”)


Ella miraba una película, casi ni se sorprendió…
El la invitó un café, ella desconcentrada aceptó… pasa a las 7 le pidió.
(y siguió con su película)


Él durmió una siesta, ella reaccionó…
Él tomó un baño… ella a Mariana llamó…
A las 7 el auto en la vereda estacionó, ella salio radiante… él se ensimismó…
(el silencio hablaba)


Se sentaron en un bar… a ninguno le importó cual.
Él pidió un café, ella un agua mineral… él le contó por que fue que huyó…
Y ella le respondió que hace un tiempo lo entendió…
(los cuerpos no se ponían tensos)


Hablaron del clima, de fútbol, del pasado… del auto nuevo, del trabajo y hasta del Capitán América…
(La conversación fluía sin sonar a excusa)


Él le contó su historia y ella atenta lo escuchó… ella le contó de su despedida de ayer y él le declaro su amor…
Ella lo miró, apenas sonrío…
(nadie se sorprendió)


Él una lágrima derramó… “no te cases por favor”…
Ella simplemente lo besó.
(impulso irracional)


Fueron a su casa… juntos hicieron el amor…
Él sintió el tiempo perdido, ella no pudo evitar la comparación…
(deseos reprimidos)


Despertaron juntos, sonrieron e hicieron el amor…
Él se fue a bañar… y ella sigilosamente escapó…
Ella no contestó el teléfono… él no insistió…
(final anunciado)


Tres meses después ella lo llamó…
Él le preguntó como estaba… ella el dijo que finalmente no se casó…
(Principio buscado)


Él recordó a su abuelo… y como fue que lo salvó…

jueves, abril 15, 2010

Te espero

Te espero en la imprudencia del no-anomitado
en la parcela dónde yacen los restos del fracaso,
en la incoherencia del último zarpazo;
te espero en la caricia y también en el antojo.


Te espero en el banco con mis besos en ahorro,
en la citas que cada tanto me propongo
en la ruina de lo que un día fue un otoño;
te espero en la paciencia y también en la locura.


Te espero con los sentidos semidespiertos,
con la boca corrupta, el sentimiento sincero,
te espero en la bóveda de lo profundo
en la cuenta corriente de lo incierto.


Te busco en la vereda dónde te encontré,
te evito en el garage dónde te perdí…
te espero en el laberinto de los deseos
despierto en la guarida del realismo.


Te espero en el reino del revés…
sabiendo que te fuiste para no volver,
te quiero aunque ya no te importe
aunque ahora se lo estés diciendo a él.

miércoles, abril 07, 2010

Ni libres ni culpables

Me picó una serpiente en la nube
que creé para aprender a esperarte,
me orinó un gorrión el arrugue
dejando el invierno para otro salvaje

En el último taxi a mis manos
no encajaba el lastre de sutiles engaños,
en el paso siguiente a una cama desecha
el paso del tiempo se cobró sus secuelas.

Al mismo tiempo que volvía el silencio,
apagaban las lágrimas pupilas en llamas;
descubrí cuánto sobran las palabras
después del monólogo del leguaje del cuerpo.

No somos marionetas de mármol,
ni tontos culpables, ni libres de pecado…
en el golpe seco de la puerta de entrada
se escuchó un vacío no un abracadabra.

No se vuelve tan fácil del exilio,
invernando al costado de osos polares…
la cama desecha ya no ve el cielo
la línea ahora es más gruesa que dos simples amantes.

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...