miércoles, diciembre 14, 2011

Momentos

Hay muchos momentos, lugares, personas, olores, circunstancias, dolores, felicidades, inquietudes, pero sobre todo momentos y personas que se nos cruzan en la vida por lo que solemos llamar destino.
Vaya a saber uno que es el destino exactamente, es como el futuro que tenemos previamente fijado, el punto final, de paso o de partida de algo del que inexorablemente no podemos escapar. Son las cosas que nos pasan sin que nosotros hagamos que nos pasen o que las hacemos mientras no nos damos cuenta que las estamos haciendo. Está lleno de éstos momentos, el noventa y nueve por ciento de nuestro tiempo lo pasamos bajo éstas circunstancias, vivimos la vida relacionándonos casi por inercia bajo la perspectiva de usos, costumbres, ambigüedades, que adoptamos y asumimos en algún momento también por inercia, por el método existencial en que nos movemos.


Sin embargo, hay otros momentos, olores, circunstancias, personas en que nos damos cuenta que estamos a punto de decidir cosas que marcaran nuestro futuro, en que elegimos nuestro propio destino. Nos paramos enfrente de los hechos, considerando todos los caminos posibles y sus consecuencias, consecuencias que miramos a corto y largo plazo, como ignorando que a largo plazo vamos a tener un montón que otros momentos como éste que volverán a modificar las cosas. Como si la decisión fuera irrevocable y nos atara al resto de nuestras vidas.
Son esos momentos en que se nos hacen nudos en la garganta, que nos volveremos hiperactivos de trivialidades y a la vez estáticos envueltos en nuestra propia inoperancia, que nos atan al ayer al hoy y quizás también al mañana, que nos superan queriendo que nos superen, la cobardía antecede la decisión o vaya a saber qué, el silencio que antecede al movimiento, el miedo a la paz, el ruido a la locura, la duda a la pasión.

Hay momentos y personas pero sobre todo momentos que nos cambian la perspectiva, que nos vuelcan un camión de roedores en nuestras espaldas, que nos hacen mirar atrás y pensar, mirar adelante y decidir, tomar la rienda de nuestro propio destino o lo que sea que fuese.

Hay momentos y personas pero sobre todo personas que nos paralizan, nos invaden, nos controlan, nos consumen, nos convidan, nos cautivan, nos enamoran, nos provocan, nos reeditan.

Hay momentos como éstos…
Hay personas como ellas.

Le inventaron

Le inventaron dos alas
al cassette de lo que debían
y en un descuido de la luna
se echaron a volar

Le robaron dos caretas
a un murga de vacaciones
y un invierno entre tambores
jugaron con el destino al carnaval

Pero él no era actor para novela
ni ella era actriz para comedia…

habían regado en primavera
un sobre de madera
bañado con sal

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...