"...Saqué del bolsillo trasero de mi pantalón
una moneda y a jugar a cara o ceca
los sorbos del trago con el que deshojamos
la margarita de las preguntas escondidas,
que quiero y no puedo
que no puedo y quiero,
que juego a cantar temas a destiempo
o a descubrir el color de tu ropa interior.
Y el culto al arte de hablar boberías,
de dejarte rimar peras con sandías;
de hacer morisquetas provocando sonrisas
armando casitas con las fichas
del rompecabezas de tu dominó..."
sábado, julio 24, 2010
jueves, julio 22, 2010
Vuelta a casa
Los ruidos de mis pasos haciendo eco
en el misterio de la ciudad dormida,
mi boca se sonríe, mis sentidos me agradecen
la vuelta a los placeres de la cama compartida
Hoy rompo con los mitos que crearon mis poemas
que vivo en una duda, que duermo en el recuerdo,
los sueños que persigo perforan los oídos
el credo que practico le reza a los latidos.
No niego que los semáforos
juegan conmigo al veo veo;
el tonto GPS carece del mapeo
de la esquina en que se cruzan
tu boca con mis besos;
esta noche es un camino de ida
sin ruta de regreso.
Sospecho que hace frío al ver al panadero
horneando medialunas,
abrigado hasta los huesos,
a la portera del edificio contiguo
le hago al paso un guiño
como simulando mis excesos.
La maldita de la llave
se esconde en el bolsillo,
te mando un mensaje en ebrio jeroglífico;
llegué bien, de maravilla
te debo la revancha
a sacarte una sonrisa.
y el final del juego
son las secuelas del principio,
al llegar a casa prendo un cigarrillo
con los restos de las rimas,
de una triste melodía.
en el misterio de la ciudad dormida,
mi boca se sonríe, mis sentidos me agradecen
la vuelta a los placeres de la cama compartida
Hoy rompo con los mitos que crearon mis poemas
que vivo en una duda, que duermo en el recuerdo,
los sueños que persigo perforan los oídos
el credo que practico le reza a los latidos.
No niego que los semáforos
juegan conmigo al veo veo;
el tonto GPS carece del mapeo
de la esquina en que se cruzan
tu boca con mis besos;
esta noche es un camino de ida
sin ruta de regreso.
Sospecho que hace frío al ver al panadero
horneando medialunas,
abrigado hasta los huesos,
a la portera del edificio contiguo
le hago al paso un guiño
como simulando mis excesos.
La maldita de la llave
se esconde en el bolsillo,
te mando un mensaje en ebrio jeroglífico;
llegué bien, de maravilla
te debo la revancha
a sacarte una sonrisa.
y el final del juego
son las secuelas del principio,
al llegar a casa prendo un cigarrillo
con los restos de las rimas,
de una triste melodía.
miércoles, julio 21, 2010
...El amor es irracional
Las historias de amor argumentadas
son plegarias inverosímiles de los ilusos
con sus círculos viciosos en la radio
buscando la razón en pi cuadrado.
Pitágoras rey del amor de los obtusos,
marxistas de la plusvalía necesaria,
pancartas en sus manos de cromosomas
la genética sólo incluye las hormonas.
Puentes que amortiguan las rompientes,
besos que amortizan los zaguanes,
delirios que rompen con premisas,
mujeres jubilando a los don juanes.
El diagnóstico sin pronóstico es el curro
de los analistas que temen equivocarse,
pronóstico es el curro de los mortales
que dejan fijas el resto de las variables.
El Che quizás sea un un hijo de puta
pero jugó a pleno sus ideales,
Ben laden cree que su lucha es justa
sospecho de una profunda... herida de desamor.
Romeo al final termina muerto,
Edipo al destierro con alguna,
el abuelo de María sus bodas de oro,
la viuda se ha fugado con el cura..
El tiempo cura las cicatrices,
la costumbre mata al placer de los serviles,
no se salva nadie de los cuernos,
los niños por inocentes más felices.
Sofismas de los ilusos que generalizan,
fracasos de los que quieren estandarizar,
pronóstico para incontinenetes verbales
que no saben como hacer para callar
El nono de María y sus bodas de oro,
Edipo al destierro con alguna,
la reina cree que su causa es justo
sospecho de una profunda...herida de desamor
son plegarias inverosímiles de los ilusos
con sus círculos viciosos en la radio
buscando la razón en pi cuadrado.
Pitágoras rey del amor de los obtusos,
marxistas de la plusvalía necesaria,
pancartas en sus manos de cromosomas
la genética sólo incluye las hormonas.
Puentes que amortiguan las rompientes,
besos que amortizan los zaguanes,
delirios que rompen con premisas,
mujeres jubilando a los don juanes.
El diagnóstico sin pronóstico es el curro
de los analistas que temen equivocarse,
pronóstico es el curro de los mortales
que dejan fijas el resto de las variables.
El Che quizás sea un un hijo de puta
pero jugó a pleno sus ideales,
Ben laden cree que su lucha es justa
sospecho de una profunda... herida de desamor.
Romeo al final termina muerto,
Edipo al destierro con alguna,
el abuelo de María sus bodas de oro,
la viuda se ha fugado con el cura..
El tiempo cura las cicatrices,
la costumbre mata al placer de los serviles,
no se salva nadie de los cuernos,
los niños por inocentes más felices.
Sofismas de los ilusos que generalizan,
fracasos de los que quieren estandarizar,
pronóstico para incontinenetes verbales
que no saben como hacer para callar
El nono de María y sus bodas de oro,
Edipo al destierro con alguna,
la reina cree que su causa es justo
sospecho de una profunda...herida de desamor
lunes, julio 19, 2010
Retrato de un momento
Posada estás en el sofá que da a la ventana,
con tu boca enmudecida y tus ojos
mirando acaso sin notarlo
los restos de las calles moribundas
del tercer día de lluvía consecutivo.
Y yo, que hasta hace tres minutos
condimentaba la cena de esta noche
me inmerso en mi juego preferido
de dibujar en palabras tus momentos;
recorro tu pie ezquierdo en subi baja
como marcando el ritmo de algún pensamiento,
tus piernas regaladas a mi jean favorito,
el ombligo rebelde saludando al ventanal,
la mueca de tus labios en tus silencios.
En tus manos está la clave de la victoria,
los dedos en sutiles movimientos,
el pulgar sosteniendo tu mentón
mientras el anular toma mi lugar entre tus labios.
Sé que estás volando por algún mundo paralelo,
urgando en ciertos recovecos que
te hacen prender un cigarrillo
y no notes que se me acaba de caer la lapicera;
a dúo con la última pitada regresas
y preguntas si ya está lista la cena,
en cinco minutos te contesto con beso incluido.
Pienso en preguntarte que estabas pensando,
me callo, eligo quedarme con la imagen
de tu cuerpo dialogando con sí mismo;
me alcanza con tu sonrisa para enamorarme,
un poco de misterio hace éste juego divertido.
con tu boca enmudecida y tus ojos
mirando acaso sin notarlo
los restos de las calles moribundas
del tercer día de lluvía consecutivo.
Y yo, que hasta hace tres minutos
condimentaba la cena de esta noche
me inmerso en mi juego preferido
de dibujar en palabras tus momentos;
recorro tu pie ezquierdo en subi baja
como marcando el ritmo de algún pensamiento,
tus piernas regaladas a mi jean favorito,
el ombligo rebelde saludando al ventanal,
la mueca de tus labios en tus silencios.
En tus manos está la clave de la victoria,
los dedos en sutiles movimientos,
el pulgar sosteniendo tu mentón
mientras el anular toma mi lugar entre tus labios.
Sé que estás volando por algún mundo paralelo,
urgando en ciertos recovecos que
te hacen prender un cigarrillo
y no notes que se me acaba de caer la lapicera;
a dúo con la última pitada regresas
y preguntas si ya está lista la cena,
en cinco minutos te contesto con beso incluido.
Pienso en preguntarte que estabas pensando,
me callo, eligo quedarme con la imagen
de tu cuerpo dialogando con sí mismo;
me alcanza con tu sonrisa para enamorarme,
un poco de misterio hace éste juego divertido.
miércoles, junio 30, 2010
De la ciudad cuna de bandera
entre María y Manuela
varaste en el pueblo cansino
por tus ojos daban oro macizo,
los niños soñaban inquietos
besarte en la boca por la San Martín.
En la ciudad de las luces
culpamos al tiempo perdido
la noche que hicimos las paces
con el ahora y el antes,
en el banco de una plaza mezquina
una madrugada sin saber que decir.
Para que contar de la tele
apagada enfrente del morbo,
la cita torpe del viernes
duró mil besos y tres días,
el domingo de mates, risas y polvos,
tuvo su final feliz.
En los meses siguientes el sobre
el no sé, el no me importa,
si supiera predecir el futuro
me embarco igual en la historia,
insensato sería ahorrarme el ahora
para entonces volver un tiempo después.
Con mi mentón hacia arriba en tu reino
imploraste una tregua en el juego
para poder concentrarte,
con las vista posada en la llave
oí las malditas palabras en tu calle
que nunca quise escuchar.
Mujer de largos insomnios,
risa de diamante y platino,
te escribo estos versos indiscretos
esta madrugada sin crédito
sin querer queriendo encontrarme
con tu indiferencia como la última vez.
Entre María y Manuela
yo sé que en el fondo del río
tiró el secreto conmigo
para guardarlo del chisme
junto a una carta invible
que pensó alguna vez…
Entre María y Manuela
se esconde una estrella
cuya luz maquiavélica
despierta mis noches en poemas,
me invita a jugarme las cartas
aunque las apuestas las pierda
como treinta a tres.
entre María y Manuela
varaste en el pueblo cansino
por tus ojos daban oro macizo,
los niños soñaban inquietos
besarte en la boca por la San Martín.
En la ciudad de las luces
culpamos al tiempo perdido
la noche que hicimos las paces
con el ahora y el antes,
en el banco de una plaza mezquina
una madrugada sin saber que decir.
Para que contar de la tele
apagada enfrente del morbo,
la cita torpe del viernes
duró mil besos y tres días,
el domingo de mates, risas y polvos,
tuvo su final feliz.
En los meses siguientes el sobre
el no sé, el no me importa,
si supiera predecir el futuro
me embarco igual en la historia,
insensato sería ahorrarme el ahora
para entonces volver un tiempo después.
Con mi mentón hacia arriba en tu reino
imploraste una tregua en el juego
para poder concentrarte,
con las vista posada en la llave
oí las malditas palabras en tu calle
que nunca quise escuchar.
Mujer de largos insomnios,
risa de diamante y platino,
te escribo estos versos indiscretos
esta madrugada sin crédito
sin querer queriendo encontrarme
con tu indiferencia como la última vez.
Entre María y Manuela
yo sé que en el fondo del río
tiró el secreto conmigo
para guardarlo del chisme
junto a una carta invible
que pensó alguna vez…
Entre María y Manuela
se esconde una estrella
cuya luz maquiavélica
despierta mis noches en poemas,
me invita a jugarme las cartas
aunque las apuestas las pierda
como treinta a tres.
Es conflicto de intereses,
costo-beneficio
incesto vago, inadmisible
de nombre y pronombre
ecuánime y difuso
Es torrencial, abrumador
en la siesta de los que sentencian,
rocío inacabable
sobre las ansias de los nocturnos
en camas que se visten en madrugadas;
buscador de tesoros
en recovecos muertos;
vientos de cola, suaves
contra telarañas de los pasados,
lucha en lo quieto de sufro y gozo.
Es animal insospechado
en disfraz de tortuga
y voz de perezoso…
alfiler, tenedor, aguja
en busca del punto débil
del deseo incógnito, reprimido
discriminado.
Pensador sin rutas
caminante sin brújula
jugador indescifrable,
tomador de bonos basura
con rentabilidad a corto
y riesgo extremo.
Animador de sueños
alborotador de sombras
besador de brujas alimentadas
en la erosión de lo cotidiano;
una rosa regalada
un tímido entusiasta
ilusionista sin fuegos artificiales.
Es él, y quizás, también más.
Uno más del montón
costo-beneficio
incesto vago, inadmisible
de nombre y pronombre
ecuánime y difuso
Es torrencial, abrumador
en la siesta de los que sentencian,
rocío inacabable
sobre las ansias de los nocturnos
en camas que se visten en madrugadas;
buscador de tesoros
en recovecos muertos;
vientos de cola, suaves
contra telarañas de los pasados,
lucha en lo quieto de sufro y gozo.
Es animal insospechado
en disfraz de tortuga
y voz de perezoso…
alfiler, tenedor, aguja
en busca del punto débil
del deseo incógnito, reprimido
discriminado.
Pensador sin rutas
caminante sin brújula
jugador indescifrable,
tomador de bonos basura
con rentabilidad a corto
y riesgo extremo.
Animador de sueños
alborotador de sombras
besador de brujas alimentadas
en la erosión de lo cotidiano;
una rosa regalada
un tímido entusiasta
ilusionista sin fuegos artificiales.
Es él, y quizás, también más.
Uno más del montón
MDQ
Duele el viento por la rambla vacía,
la arena mortifica las retinas
y el mar sediento, revoltoso
se hace un festín con los recuerdos.
La feliz en invierno es otra cosa,
las carpas que no están,
los balnearios muertos…
pocos bares en Alem que
juegan a otra cosa con los locales.
Teatros con marquesinas viejas,
los hoteles albergando la orgía
de un encuentro médico,
el diario titula Peñarol Campeón
mientras toma un café el frío sobre la Colón.
Mar del Plata en junio invita a la melancolía,
y yo, la frutilla del cuadro
jugándome un pleno al futuro en el casino,
y ella, revulsiva de las imágenes tristes
se ríe y cuando salé el 15, me dice “you won”.
En un hostel con apellido de balcón,
las cuarta cerveza se toma entre dos,
la quinta desnudos, abrazados en un colchón.
La yankee que viaja por el mundo
se muere de risa en el desayuno
y yo me río, y la beso, y sonreímos.
Duele menos el viento por la rambla
caminando de la mano por la arena…
y jugamos en los balnearios muertos
a las escondidas de otros dos
que hacen el amor como nosotros..
No hay mañana y lo sabemos,
no hay promesas, y lo entendemos;
Mar del Plata invita a la locura,
un película de Woody Allen,
y nosotros, los locos protagonistas.
la arena mortifica las retinas
y el mar sediento, revoltoso
se hace un festín con los recuerdos.
La feliz en invierno es otra cosa,
las carpas que no están,
los balnearios muertos…
pocos bares en Alem que
juegan a otra cosa con los locales.
Teatros con marquesinas viejas,
los hoteles albergando la orgía
de un encuentro médico,
el diario titula Peñarol Campeón
mientras toma un café el frío sobre la Colón.
Mar del Plata en junio invita a la melancolía,
y yo, la frutilla del cuadro
jugándome un pleno al futuro en el casino,
y ella, revulsiva de las imágenes tristes
se ríe y cuando salé el 15, me dice “you won”.
En un hostel con apellido de balcón,
las cuarta cerveza se toma entre dos,
la quinta desnudos, abrazados en un colchón.
La yankee que viaja por el mundo
se muere de risa en el desayuno
y yo me río, y la beso, y sonreímos.
Duele menos el viento por la rambla
caminando de la mano por la arena…
y jugamos en los balnearios muertos
a las escondidas de otros dos
que hacen el amor como nosotros..
No hay mañana y lo sabemos,
no hay promesas, y lo entendemos;
Mar del Plata invita a la locura,
un película de Woody Allen,
y nosotros, los locos protagonistas.
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