martes, julio 27, 2010

Te debo

Te debo un viaje de una semana,
un regalo de cumpleaños, una taza,
un cepillo de dientes, y sí por qué no,
una razón convincente para decir adiós.

Ahora que es mediodía de un miércoles
me acordé que también te debía
la promesa que te hice aquel día
de escribirte un poema canción

No voy a negarte que me fuera más fácil
hacer la promesa que cumplirla,
la distancia es una maldita asesina
que te corre los límites de los versos de amor.

Yo que quería escribirte que me gustan tus antojos
que admiro tus riesgos, que muero de celos,
que a tu boca le siguen mis labios, termino escribiendo
en casa aún te queda una muda de ropa interior...

Que no hay mujer más perfecta
del cuento y la leyenda, la noche y la siesta
del santo proyecto de que tus nietos me digan abuelo,
que a tus contratos los firmaba yo…

Y a vos que si algo te sobra además de independencia,
es inteligencia, sabés que no hago beneficencia,
que no compro con elogios los pasajes
ni hago los viajes que no sean para dos.

Yo tenía estrofa guardada que hablaba
de tu cabeza en mi almohada; de los juegos
enfrente del espejo, que ahora sólo queda el reflejo;
que las sucesivas no se dejan ver…

Que tengo unos cuantos te quiero guardados
en el último cajón del armario,
que el sobre con la sales del baño
siguen esperando que las vengan a usar

Y te sigo debiendo un viaje afrodisiaco,
una razón convincente, un poema decente,
un pasaje rebelde, que la distancia es hereje…
que las decisiones fueron de los dos.

No hay comentarios:

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...