lunes, enero 10, 2011

Canción para Pamela

La sombra de tus ojos
ya no busca pecados
el tono de tu boca
ya no se hace desear,
el pasado ahora lo guardas
congelado en la nevera
enfriando los detalles
que tratas de ocultar

La llave que sostienes
colgada en tu cartera
simboliza tu abstemia
tu caja de cristal…
ya no compras cerveza
a dieta con tus venas,
embaucada en la mentira
del agua mineral.

Siguen haciendo el duelo
en las calles del misterio
por la falda corta
que ya no quieres usar,
un sábado a la noche
en un rincón idiota,
intenta una cualquiera
imitarte sin sospechar…

El cantinero amigo
me dijo que sorteaste
las cenizas de los vicios
brindando a mi salud
con dichos que sabemos
resumiste tu vacuna
al pie de la escalera
que ya no subirás--

Un amigo, me dijo que te vieron
un martes a la noche en el viejo bar,
que te vieron volando los sesos
de los extranjeros de aquel viejo bar

que te vieron, que te vieron
incendiando las copas en el viejo bar
que te vieron, que te vieron
tomando tus restos en el viejo bar

domingo, enero 02, 2011

codo a codo

Eres tan preciosa que el paraíso
nace y se deslumbra al ritmo de tus pestañas
y el infierno se derrite a la sombra
de la comisura de tus labios

Ni María, ni antonella
Ni madre ni azafata,
caprichosa, alta rebelde
ni tan libre ni ocupada…

Eres tan hermosa que los credos
en vos basan sus símbolos convocantes
y las joyas se convierten a tu paso
en museos itinerantes.

Sobran los pañuelos que no usaste
en el puerto del misterio,
alquilan en el mercado los trajes
que bordaste en los recreos..

Ni tímida ni avasallante
ni abstemia ni cobarde
consecuente, elegante
ni reina ni acompañante

Eres tan cómplice que en nosotros
son redundantes las palabras
y al ponernos codo a codo
se hacen tontos los silencios.

domingo, diciembre 26, 2010

Waiting

Ríe el perro indócil de la vecina solterona,
ríe tanto que casi se sonroja..
canta el gorrión posado en la ventana
canta como recitando
un poema para ti..

Y en el fondo de mi casa,
suenan las tres campanadas,
retumbándome la panza,
anunciándome las venas
que estás por venir

Sabés bien que la palabras,
se las lleva el viento en primavera
yo te preparo la cena..
el postre lo hacemos después

También, te regalo una condena
frente al espejo del baño,
para que no hacernos daño
si tendremos que volver

Seremos dos vasos necios,
rebalsando de deseo…
para que suplicar te quiero…
si mañana estaremos lejos…
para podernos querer…

Pero amarte es más profundo,
y eso atraviesa el mundo…
así que yo te amaré

sábado, diciembre 18, 2010

A la niña que se perdió

Nos compramos una foto
a la sombra de un deseo,
desvestidos, en el horno
promediamos aquel invierno

El rincón de las rodillas,
el balcón con vista al mar,
el licor de la cocina,
los nombres en el sofá

Yo no quería lastimarla
ella quería ganar el juego,
se escurrió la cruel araña
encontró los testamentos

El futuro que escribiste
naufragaba en las Canarias,
el vuelo a Tenerife
dejaba las cosas claras

El pasado que yo tuve
si se cuenta de a fragmentos
es un combo que destruye
sádicos los desconciertos

A la niña que me regaló
tantas rimas con su besos
le escribí una canción
que parece puro cuento

El color de sus mejillas,
la luna con vista acá,
el aroma de la risa,
el punto del no final

A la niña que se perdió
tanta guerra en el espejo
le terminé escribiendo un blues
cuando se fue con el miedo

lunes, noviembre 22, 2010

Algunas veces no he dicho todo lo que pienso
otras tantas veces no he sabido callar;
a la sombra del trabajo me volví un idiota
el síndrome del ombligo no me dejó llorar.

Ayer me volé con un gato con botas
colgado de una musa hoy me desperté
hay caballitos de batalla siguiendo la aurora
al viento de la ola yo me le animé.

Algunas veces he mentido sin ningún complejo
otras tantas veces he dicho la verdad;
el cabrón que me mira enfrente del espejo
me cuenta los cuentos que no quiero escuchar.

Yo no tengo lástima por quién confiesa sus delitos
ni me da alegría quien no quiere confesar;
en un tiempo hice un master en apología del frío
y también he matado por tener quien amar.

Quién no toma una copa para quedarse parado,
quién no rompió un contrato para dejarse ser;
quién no llama un amigo para comerse un asado…
quién no fue con un vino tras una mujer.

Ayer me suicidé con un gato con botas
al pie de una musa hoy me reporté..
la locura del trabajo me volvió un idiota
con viento de cola yo nunca aterrizé.

Quién no tiene una boca que no le haya hecho daño,
quién no tuvo un Mercedes y se lo volcó...
quien no tiene un proyecto misterioso entre manos,
quien no estuvo en un lado que nunca conoció.

Yo perdí en el casino más que la inocencia,
drogado con besos locuras prometí,
sedado con símbolos no medí consecuencias
al pie de una cama yo me conmoví.

Tanta ceremonia que se hace por inercia,
tantas melodías que no les conté...
el juego a veces requiere de riesgos,
la otra noche en al esquina a Dios soborné.

Quién no hizo preguntas que no tienen respuesta,
quién no le echo la culpa a una maldición,
quién no hizo una promesa enfrente de una vela,
quién no renació en una noche de amor.

No sé

No se muy bien por qué
pero empecé este poema
pensando que podría
ser el último.

No el último de todos
sino de esos
que hablan de vos
aunque sea en sus contornos
o en el primer verso
aunque luego se confundan
o en el más sutil de los adjetivos
aunque describan otra cosa.

Y no lleva una dosis de rencor,
ni un mensaje en clave
ni siquiera un rapto de locura subterránea,
a lo sumo en algún lado tenga
huellas de un poco de nostalgias
y lo que queda,
no sé si mucho o poco
del amor que he confesado.

No sé muy bien por qué
empecé este poema,
quizás sólo porque pensé
que podría ser el último

sábado, noviembre 20, 2010

a...

Al cobarde ladrón de primavera
que un viernes se llevó mi billetera
y en el bondi sin joda me dejó;
al sordo que me corrió una tres cuadras
con una botella y unas cuantas piedras,
“no sabía que era tu mujer” nunca me escuchó

A la doña que desperté a cualquier hora
la madrugada que de puerta equivoqué,
a la santa madre del guitarrista que en el Senior
entre canciones de sabina soborné,
a la apuesta con el santiagueño,
a la rubia de los pechos al viento
a la niña a la que en la puerta del cielo
le hice un blues.

A los borrachos hinchas de Ferro,
a la poeta de los versos fantásticos,
al séptimo cubita, a la camarera,
la que dijo Clark Kent, a la extranjera,
al personaje del sombrero cowboy
que un día inventó Crazy Shot.

A los trapitos de la calle Sarmiento
que me acompañaron entre tragos y lamentos
cuando la loca en celo me descamisó;
a los cientos de miles de whiskys
que tomamos entre los amigos,
al mazo de cartas que nos reunió.

Al tío de mi amigo el kía
que me acompañó a la comisaría
a buscarlo después de un papelón,
al Fiat 147 que volvía de día
al animal que lo conducía
y la troupe que lo disfrutó.

A la colorada holandesa de pocas palabras,
a su departamento donde fracasé,
a la dueña de la casa de San Telmo
que nunca supe quién fue…
al barra de boca que en coco
entre champagne y champagne me hizo un tour

Al telo que pagué sin sentido,
a aquel putón aburrido,
al patova que nos dejaba pasar,
a la moza que nos soportaba
cada martes muy tarde en Jobs.

A las chetas de la Recoleta,
al taxista que una vuelta me bancó,
a la empleada del casino
que cada miércoles un par sonrisas
con sus plenos y su senos me regaló.

Al Sanjuanino que en Mendoza con frío
de chofer y de guía se nos adosó…
al grupo de ingleses sencillos,
a la cerveza y el vino,
al pub que me dio carnet de vitalicio,
y a la idiota que me reconoció...

A las musas que me desahuciaron,
a todos los que me aguantaron
a la noche mi fiel amiga…
a la ilusa que un tiempo me reprimió...
al brindis que estamos haciendo
en casa los mismos de siempre,
a la anécdota que me inspiró

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...