lunes, agosto 16, 2010

Una mujer

Una mujer ligera de ropas es
una incitación al improperio
el primer verso de una balada
un acuerdo tácito de besos.


Una mujer sin ropas es
un manjar para los labios
una adicción para las manos
es, quizás, el más sublime
de todos los pecados


Pero una mujer desnuda,
cuando sus ojos ya no fingen
ni siquiera su belleza


es una invitación a entusiasmarse,
una herida de muerte a la razón
una plegaria a desarmarse.

Una mujer desnuda / al descubierto,
es un misterio fabuloso
un tremendo laberinto
que bien vale
una vida transitarlo.

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...