viernes, enero 29, 2010

Me rondan las ganas

Me rondan las ganas de
besarte,
con esos besos largos y profundos
que de sentidos sentencian.
Esos que nacen en tus ojos,
muerden tu labio de tanto en tanto
y se mueren escondidos en tu cuello,


Me rondan las ganas de
mirarte
a los ojos sin prisa y sin pausa,
descubrir tus pensamientos lentamente
que tu corazón se refleje en tu retina
y tus muecas delaten tus secretos


Me rondan las ganas
de sentirte,
respirar bajo la lupa de mi tacto,
que tus latidos decidan la distancia,
que deba existir entre una caricia y un beso
entre tu cuerpo y mi cuerpo


y vuelta a empezar

martes, enero 26, 2010

Ya que insistes: Te hago un resumen

 ( Nunca voy a entender por qué a las mujeres les salta el morbo
de querer saber de nuestro pasado... E insisten! )


El primer beso se lo robé a una tal Marina
en un recreo a escondidas de la señorita;
debuté en el norte con una adolescente despierta,
pero no me hice hombre, no supe encenderla.

Dani, sonrisa angelical, firmes sentencias,
me enseñó el truco del amor y la paciencia;
la poco loca poeta de los versos fantásticos
me abandonó por serio, dejó la herencia del hábito.

Nati, la de libertad en celo de rabia,
una border que me perseguía, llamada Ivana;
Un oscuro abril con mis ganas en ausencia
una amiga cobarde se encadenó a mi paciencia.

Sofía, hacíamos de noches eternas de trabajo
un impass de alegría, los trucos ahí abajo.
Una señora áspera en sus cortos cuarenta
me hizo protagonista de su divorcio y su fiesta.

Me dejaron por terco, por cobarde, por necio
por bueno, por "fiestero", por frígido,
egoísta, "alquimista", "antiguo";
nada más cierto que todo es relativo.

Acumulé más derrotas que victorias,
más años mismos sueños menos misterios
alguna duda más vicios menos complejos
menos pendientes más coraje, una historia.

El pasado me llevó de nuevo a tus brazos,
a soñar con un futuro a tu lado,
al concierto de tu cuerpo en mi cuerpo,
a implorar por tu hombro, indefenso.

Fuiste, sos y serás la niña de la que hace años huía,
mi cheque en blanco, la herida de la puerta vacía,
el jaque a mis pasos, la llave de mi espera arpía.
Fuiste, sos y serás el gran amor de mi vida.

Algo te conozco

Conozco cuando tus prejuicios derrotan a tus ganas
y cuando tus ganas derrotan a tus prejuicios,
cuando tu ironía decora verdades /
cuando callas para decir todo
y cuando te vuelves locuaz para no decir nada.

Sé que a veces pedís a gritos soledad
y sé de tu reto al dormir sola en tu cama
cuando te acostás descansada /
sé de tu interna necesidad de límites
y de tu necesidad de libertad para encontrarlos.

Conozco la mueca de una sonrisa sincera
y la diferencia cuando la forzás.
Conozco tus mil y una miradas
la pensativa /la pícara /la culpable /
la alegre / la triste / la cansada.

Conozco tu olor a recién bañada
y tu olor al despertar.
Tu lunar prohibido / tus puntos sensibles.
Tus despertares ardientes / tu tostada fugaz.

Sé que a veces necesitás mimos
y a veces no los soportás.
Sé cuando el tiempo te vuela /
cuando te invade el pasado
y cuando te cuestionás el futuro.

Sé de tu frágil estructura,
del auge de tu egoísmo / de tus ganas de vivir /
del miedo al fracaso / de tus amores lejanos /
de tus besos furtivos / de tus dudas cercanas.

Conozco tu adicción al sillón.
Tus mil y una miradas
la perdida / la ardiente / la malhumorada /
la impaciente / la preocupada / la enamorada...


Quizás no te conozca tanto,
pero algo te conozco.

viernes, enero 22, 2010

(...)

En sufridas vísperas de una nota crucial,
un café a orillas del aula doce de la facultad
brotaban nervios impropios, un decir sin hablar,
ojeras post parcial difamaban un corazón de metal.

No me pregunten por qué, el reloj marcaba las diez,
entramos al telo más cercano sin mediar tercer beso.
Ayer sólo conocía su venir y su apellido Cortés;
hoy le sumé, su nombre Natalia, el milagro en sus dedos.

Sin histerias ni historias, la mujer quería gozar,
yo dispuesto a servir, ambos dispuestos a probar,
para que nos vamos a engañar con discusiones ateas,
no hay mujer que te enseñe a besar cuando no te desea.

Interrumpió el celular anunciando que era su cumpleaños,
a festejar, la convencí de volver a jugar tomando un champagne
en copas de cuerpos desnudos pseudos enamorados…
Nunca supe su edad, me perdí en sus curvas pintando su arte.

Como todo señor que escapa a sus miedos, me jacté no serlo,
me volví a enamorar en el éxtasis del encuentro casual,
eran tiempos de deudas pendientes, de estar y escapar,
dictamen letal, aprendí a gozar antes del tercer tiempo.
.
En la puerta de un taxi en callao,
la adicción a sus dedos, una marca en su cuello,
la vi perderse sin más, me dije que hombre más lento
como vas a volverla a encontrar sin robar su teléfono.

El destino aquel viernes nos encontró en Retiro,
la mirada decreto, hipócrita saludo de amigos,
nunca sacamos pasaje, nunca llegamos a tiempo,
me dijo: No podías no aprender a besar; ¡Como te deseo!

jueves, enero 21, 2010

....

Era el fuego carnal de mis tardes de invierno,
el motor ideal, ladrón de la paz, defunción del ateo,
el depósito perfecto donde inmortalizar mis deseos,
asesina serial, cementerio letal, finales inciertos.

Era el principio de amar, el final del principio,
el rincón ideal para emborrachar al hastío,
el silbato dictando el final de caprichos prohibidos,
el paisaje del ocaso mortal donde quedarse dormido.

Un día sin lluvía amenazó un temporal de pretextos,
las hormonas al viento consumieron los restos,
se llevó en su coche el invierno un septiembre cualquiera,
me dejó al futuro precoz un olor a primavera de mierda.

Condonó sin dudar mis deudas impagas de celos,
no le importaba cobrar, ni siquiera la mitad de mis pesos,
me dijo: soportá sin sumar el vacío post derroche de besos,
con suerte podrás rimar, has ahorrado silencios.

Me contaron que al siguiente verano junto al mar,
canciones de cuna la vieron cantar, "receta ideal",
conservaba mi anillo de ciego, el glamour de sus pechos,
la cartera de navidad pordiosera, un hostal sin su techo..

Los amores que te hacen temblar conservan espinas,
el cuerpo suele recordar donde no se mentía.
No se olviden que la adicción muere contigo.
No se espanten si el corazón extraña el domingo.

Un día volvió con sus ojos de amor, su razones de ombligos,
elegí no sentir, refugiándome en la farsa del orgullo cobarde;
con el corazón roto, los deseos intactos, el miembro parado,
un enorme tarado embriagado de su autoestima muy alto.

Los amores que te hacen temblar conservan espinas,
el cuerpo suele recordar donde no se mentía.
No se extrañen encontrarme mas temprano que tarde en sus días inquietos.
No pretendo negar a la compañera ideal para volvernos viejos.

Es el fuego carnal de mis tardes de invierno,
el depósito perfecto donde inmortalizar mis deseos;
es el principio de amar, el final del principio
el paisaje del ocaso mortal donde quedarse dormido.

jueves, enero 14, 2010

Homeless..

Sus ojos predicen la cruel lápida
a cuenta del porvenir, futuro cierto;
sus orificios nasales respiran lágrimas,
impregnadas de dolor, pasado cruento.

Cansada de portazos necios, ya no molesta
la mirada de lástima, no la padece;
sentada en el umbral, duerme despierta,
la vida de los demás, no la entretiene.

“¿Cómo será la vida del que tiene?”
"¿Dónde habré enterrado la ilusión?”
- Ya no recuerda -

No es el hambre su desvelo, su insomnio,
es la culpa que le golpea el vientre;
donde andará su querido Antonio,
hoy cumple su décimo septiembre.

miércoles, enero 13, 2010

Naufragio caribeño

Naufrago en las antípodas de un amor eterno,
navego sin destino fijo por un mar de ensueño;
deteniéndome en cada isla de este paraíso caribeño,
rindiendo culto al mortal oasis que me enfrento.

Entre ritmos nuevos, besos que matan,
tanto gemido mortal produce resaca;
no quiero entender sutiles mensajes,
perpetuar un orgasmo fugaz requiere de coraje.

Naufrago de nuevo al tiempo sin tiempo.
No pregunto, no aminoro, si repito,
conservo sin esfuerzo, del orgasmo el invicto.
Transformo sin piedad mi religión, en su templo.

Pero al quinto día tengo que serme sincero,
soy hombre del sur, de paso sereno;
en casa me espera mi vida y mis miedos,
mi trabajo, su recuerdo y mi ego.

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...