Duerme, amor mío, sin miramientos,
descansa con la paz que sigue a la batalla /
sobre las brasas, restos del incendio
producto del roce constante / sincero
en la guerra de besos entre dos cuerpos.
Duerme, junto a los ecos de cien te quieros,
que yo te admiro, feliz, desde el silencio,
reviviendo, cómplice, de uno a mil suspiros,
mirando, preso, el hueco firme y terco
que se posa tímido sobre tu hombro derecho.
Descansa, amor, sobre las brasas
que habitan semidespiertas entre las sábanas /
renacerán una y otra vez de las cenizas,
arderán gustosas / furiosas en la mañana.
Dale paz un rato a tus pupilas,
un remanso a la pasión / a la locura,
descansa tu sexo mientras yo ,distraído,
admiro tu cuerpo desnudo junto al mío.
Duerme, amor, cual libre mariposa,
ya despertarás entre jazmines,
caricias sutiles / pétalos de rosas /
y las “palmeritas” que siempre
de desayuno se te antojan.
miércoles, diciembre 23, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Puntos cardinales
Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...
-
Le inventaron dos alas al cassette de lo que debían y en un descuido de la luna se echaron a volar Le robaron dos caretas a un murga d...
-
Te extraño, Hace tiempo que no hacemos fiaca en tu cama Que no te acaricio la espalda. Extraño dormirme en tu hombro, Compartiendo la al...
-
Un viaje a la paciencia de buscar presagios, adornar las causas, embalsamar pasados despedazando historias con absurdas recetas en pap...
No hay comentarios:
Publicar un comentario