Mañana después de meses de no vernos,
de chatear seguido / de cansar al teléfono,
de ausencia de caricias / promesa de besos
llega el día del reencuentro
Te recuerdo tal como te fuiste
y sé que volverás distinta…
ni más fea ni más linda
ni más torpe ni menos mártir,
quizás menos orgullosa quizás más excitada,
ni peor ni mejor, simplemente distinta
y yo también seré distinto…
y no hablo de la ropa que usaremos
ni de un cambio de peinado
ni de los miedos a volar
ni de la posición ante el trabajo
hablo que “vos + yo”, nosotros,
sí, sabélo, no seremos los mismos.
¿Quién no evoluciona en unos meses?
¿Quién no modifica algún pensamiento?
Cuando estamos juntos /
los cambios a dúo los consensuamos,
y los pequeños cambios personales
los notamos casi a diario,
los aceptamos un par de veces por semana,
los discutimos de tanto en tanto
Pero, claro, no estuvimos juntos…
Sólo espero en vísperas de sonrisas,
que no me beses distinto,
que no me mires distinto,
que no me ames distinto.
Y si llegan a mi boca besos nuevos
de tu boca, por supuesto conocida,
que sea por falta de entrenamiento
y no gastados por exceso de partidos.
Y si me miras distinto,
que no sea la impertinente desconfianza,
ni me tomes examen a cada pestañeo.
Que sea la forma en que tus ojos
maten en mis ojos su nostalgia,
y retornen a su frescura conocida.
Entonces,
Si tus besos no encontraron otra boca,
tu mirada no trasluce desconfianza,
y seguimos produciéndonos la misma taquicardia…
Sólo digámonos Te Quiero,
y recorramos el viaje del reencuentro /
matémonos a besos,
sin preguntas ni respuestas
riamos hasta llorar y dejar de hacerlo
acariciémonos hasta no soportarnos
durmamos hasta sufrir insomnio,
hablemos hasta no escucharnos
En fin, hagamos el amor hasta
que los ecos nos imploren por silencio
los deseos nos hagan un piquete por descanso
y sólo después de eso, mirémonos a los ojos
y digámonos TE AMO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Puntos cardinales
Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...
-
Le inventaron dos alas al cassette de lo que debían y en un descuido de la luna se echaron a volar Le robaron dos caretas a un murga d...
-
Te extraño, Hace tiempo que no hacemos fiaca en tu cama Que no te acaricio la espalda. Extraño dormirme en tu hombro, Compartiendo la al...
-
Un viaje a la paciencia de buscar presagios, adornar las causas, embalsamar pasados despedazando historias con absurdas recetas en pap...
1 comentario:
las señales sonoras, visuales y olfativas, etc. de los hombres mujeres animales, no desaparecen solo permanecen.
A diferencia de los sentimientos que esos si terminan yendose.
Publicar un comentario