Armó su vida cual juego de ajedrez,
eligió como estrategia jugar a no perder.
Ni una pieza negociaba!
Ni pensemos en ceder!
Los peones al frente significaban
sus ciento cuarenta y tres convicciones,
sus decenas de actividades,
sus ochenta y tantos objetivos e ilusiones.
Las torres eran sus bienes materiales,
los alfiles sus fieles amigos y su familia,
los caballos su pasión por el trabajo.
Pero él jugaba a no perder,
y de tanto andar en los detalles
se olvidó de a ella custodiarla,
armó el reino del revés.
Muerta la Reina!
Cayó el imperio!
Muerto el Rey!
2008
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