viernes, octubre 22, 2010

Buenos Aires

En Buenos Aires conviven
los devenidos cartoneros,
los conductores impacientes,
los judíos, los tanos, los gallegos
los psicólogos, los políticos
new rich, oficinistas, bohemios
doble apellido, albañiles, boqueteros;
los médicos, el smog, los telos,
el fúltbol, el café y el miedo;
las compradoras compulsivas,
los shoppings, los turistas y los ciegos

En Buenos Aires
Respiramos teatro por Corrientes,
Alan moderno en Puerto Madero
el encierro se consigue por Devoto
la desgracia se refugia en Fuerte Apache,
locura bohemia por San Telmo,
tango por boedo,
exilio en Villa Crespo;
La resignación camina por Constitución
olor a barrio por las calles de Pompeya;
La contradicción viaja de Lugano a Barracas fumando un cigarrillo
de Nuñez a La Boca se escuha en el subte un bandoneón

un café en cada esquina
un tratado de impaciencia
un gol del diego, una mano de Monzón.

Reclamos en plaza de Mayo.
festejos en el Obelisco
una marcha peronista,
gorilas a la derecha
y la izquiera desunida lee a Marx en un aula de la facultad;

Un pañuelo blanco se hace eterno por Balcarce,
un Nunca más se pide en cada rincón
la soberbia viaja en taxi en tren en colectivo en simúltaneo,

ser corrupto es una habilidad,
amigo una bendición,
ser cobarde un certificado de defunción.

Del honesto al boludo hay dos monedas
del ídolo al traidor una derrota,
del fenómeno al asesino una tragedia.

En buenos Aires convergen,
los bancos, el abuelo, el piquetero,
el presente, la historia, el desvelo,
la sapiencia del taxista,
la alegría del colectivero

Ella y yo,
casi deteniendo el tiempo

¿Quién me dijo que estábamos ciegos?

No hay comentarios:

Puntos cardinales

Al oeste de mi almohada el epitafio sobre las huellas de tus besos, al este el maldito acertijo de pasar las noches conmigo; el re...