Hace tiempo que te pasaba de largo,
mirándote de reojo el frente
cuando pasaba en el papel de pareja
con la rubia parodia que te conté
en tantas noches de aquellas.
Volví con el caballo cansado,
las ganas al viento, el acto reflejo
los ojos abrazando mil anatomías
y un poco cambiada la filosofía.
Tanto tiempo sin verte por dentro
mi Bar de las madrugadas sin tiempo,
tanto tiempo sin mirarme al espejo del hall
y no preguntarme si somos tal para cual.
Tanto tiempo sin rendirte culto
bar dónde confesé mis delitos,
el lugar que me enseñó que el amor
se ahoga seguido en un par de cubitos.
Me volví a enamorar al pie de una barra
por lo que dura una historia entre copas
de unos ojos en escote con filosofía barata
y un salame con fritas en promesas rotas.
Me volví a perdonar al pie de la cama
de la dama que me regañó por la súbita prisa
en desenamorarme de aquellos ojos en escote,
el vaso de whisky vacío, las miradas perdidas
el círculo vicioso de volver a empezar
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